Entrevista a Vázquez Figueroa, novelista e periodista (ABC)
"Cada kg de coltán que se extrae cústalles a vida a dous nenos"
- El coltán es el petróleo del siglo XXI. ¿Por qué medio mundo pelea por él en ese laboratorio infernal del Congo y en el otro medio asistimos impasibles a la catástrofe?
-Porque es un mineral mágico, el 80 por ciento del cual se encuentra allí, compuesto de columbita y tantalio, con una conductividad hasta 80 veces más que el cobre. Quien domine el coltán dominará el mundo, nuestras vidas y las comunicaciones: es básico, esencial, para móviles, ordenadores, videoconsolas, televisores, GPS de aviones, armas teledirigidas, satélites artificiales...
-Los niños, como en todo devenir de la Historia, son las víctimas de la lucha por el coltán, seres terriblemente explotados, de entre siete y diez años, y a los que se les «paga» con 25 céntimos de euro al día. ¿Estamos ante la esclavitud del siglo XXI?
-Cada kilo de coltán que se extrae les cuesta la vida a dos niños, a dos seres inocentes. Son datos terroríficos. El coltán lo extraen niños porque se encuentra en yacimientos a muy baja profundidad, y con sus pequeños cuerpos son los que caben mejor por los recovecos.
-Muchos de estos niños mueren víctimas de horribles desprendimientos de tierra.
-Y se quedan allí enterrados. Lo que no han querido las empresas que fabrican esos aparatos es que eso se supiera. Yo he vivido dos décadas en África y algo había oído. Hay fotos de esa barbaridad: niños semiesclavos respirando polvo mientras llueve a mares o se los lleva la riada. Eso es un infierno. Han llegado cientos de miles de refugiados y aquello es un desastre. Hace un año una empresa retrasó la salida de su videojuego porque no tenía suficiente coltán.
-¿Qué podemos hacer ante tan miserable explotación de menores?
-Yo me pregunto: ¿cómo en el siglo XXI toda nuestra tecnología depende de que haya un niño allí dando martillazos a una piedra y a un pedazo de tierra que se le viene encima? ¡Esto es de locos!
-¿Quién ha derribado el tabú?
-Se hablaba de guerra entre tutsis y hutus, pero los medios sí hablan ahora de la lucha por el coltán del Congo. Naciones Unidas siempre la ha reconocido.
-¿Esa crisis humana es ya carne?
-Todos recordamos a tutsis y hutus matándose a machetazos, no olvidamos las iglesias quemadas con toda la gente dentro, ni a los niños perseguidos, con los brazos y narices cercenados. 700.000 desplazados y ya casi cinco millones de muertos... ¡por el maldito coltán y porque tengamos una vida más cómoda!
-¿Qué futuro ve a la guerra del coltán?
-La experiencia no sirve para nada. ¿Quién iba a profetizar el desastre de la crisis que estamos padeciendo? Si alguien lo dice hace unos años se le habría tachado de loco, soñador, alucinado.
"Cada kg de coltán que se extrae cústalles a vida a dous nenos"
- El coltán es el petróleo del siglo XXI. ¿Por qué medio mundo pelea por él en ese laboratorio infernal del Congo y en el otro medio asistimos impasibles a la catástrofe?
-Porque es un mineral mágico, el 80 por ciento del cual se encuentra allí, compuesto de columbita y tantalio, con una conductividad hasta 80 veces más que el cobre. Quien domine el coltán dominará el mundo, nuestras vidas y las comunicaciones: es básico, esencial, para móviles, ordenadores, videoconsolas, televisores, GPS de aviones, armas teledirigidas, satélites artificiales...
-Los niños, como en todo devenir de la Historia, son las víctimas de la lucha por el coltán, seres terriblemente explotados, de entre siete y diez años, y a los que se les «paga» con 25 céntimos de euro al día. ¿Estamos ante la esclavitud del siglo XXI?
-Cada kilo de coltán que se extrae les cuesta la vida a dos niños, a dos seres inocentes. Son datos terroríficos. El coltán lo extraen niños porque se encuentra en yacimientos a muy baja profundidad, y con sus pequeños cuerpos son los que caben mejor por los recovecos.
-Muchos de estos niños mueren víctimas de horribles desprendimientos de tierra.
-Y se quedan allí enterrados. Lo que no han querido las empresas que fabrican esos aparatos es que eso se supiera. Yo he vivido dos décadas en África y algo había oído. Hay fotos de esa barbaridad: niños semiesclavos respirando polvo mientras llueve a mares o se los lleva la riada. Eso es un infierno. Han llegado cientos de miles de refugiados y aquello es un desastre. Hace un año una empresa retrasó la salida de su videojuego porque no tenía suficiente coltán.
-¿Qué podemos hacer ante tan miserable explotación de menores?
-Yo me pregunto: ¿cómo en el siglo XXI toda nuestra tecnología depende de que haya un niño allí dando martillazos a una piedra y a un pedazo de tierra que se le viene encima? ¡Esto es de locos!
-¿Quién ha derribado el tabú?
-Se hablaba de guerra entre tutsis y hutus, pero los medios sí hablan ahora de la lucha por el coltán del Congo. Naciones Unidas siempre la ha reconocido.
-¿Esa crisis humana es ya carne?
-Todos recordamos a tutsis y hutus matándose a machetazos, no olvidamos las iglesias quemadas con toda la gente dentro, ni a los niños perseguidos, con los brazos y narices cercenados. 700.000 desplazados y ya casi cinco millones de muertos... ¡por el maldito coltán y porque tengamos una vida más cómoda!
-¿Qué futuro ve a la guerra del coltán?
-La experiencia no sirve para nada. ¿Quién iba a profetizar el desastre de la crisis que estamos padeciendo? Si alguien lo dice hace unos años se le habría tachado de loco, soñador, alucinado.
-¿Por qué no paramos la guerra?
-Porque las grandes empresas y Gobiernos no quieren que se pare. Si se paraliza no se hace negocio con el coltán, lo sería para el Congo. Quien controle el coltán controlará nuestra vida.
-¿Y por qué le llaman guerra étnica cuando es una despiadada lucha por el coltán?
-Hace años que está esa guerra, que ya va para los cinco millones de muertos, según Naciones Unidas. Antes se mantenía como una especie de secreto. A las empresas no les interesaba que se dijera eso, ni a los fabricantes de todos los ordenadores y teléfonos móviles, porque el problema ahí son los niños que trabajan como semiesclavos, y mueren de fatiga y enterrados por esa tierra. Se meten en las minas, y si se les cae encima, allí los dejan muertos. Terrible.
-¿Hay algún rescoldo para la esperanza?
-Hay que buscar alternativas inmediatamente. El único mineral que podría hacerle la competencia al coltán es el paladium, pero es igual de caro o más, muy escaso, y las minas están en Rusia y en África. Hay una cosa que nos enseña la historia: cuando se depende de un solo producto viene la ruina.
-Porque las grandes empresas y Gobiernos no quieren que se pare. Si se paraliza no se hace negocio con el coltán, lo sería para el Congo. Quien controle el coltán controlará nuestra vida.
-¿Y por qué le llaman guerra étnica cuando es una despiadada lucha por el coltán?
-Hace años que está esa guerra, que ya va para los cinco millones de muertos, según Naciones Unidas. Antes se mantenía como una especie de secreto. A las empresas no les interesaba que se dijera eso, ni a los fabricantes de todos los ordenadores y teléfonos móviles, porque el problema ahí son los niños que trabajan como semiesclavos, y mueren de fatiga y enterrados por esa tierra. Se meten en las minas, y si se les cae encima, allí los dejan muertos. Terrible.
-¿Hay algún rescoldo para la esperanza?
-Hay que buscar alternativas inmediatamente. El único mineral que podría hacerle la competencia al coltán es el paladium, pero es igual de caro o más, muy escaso, y las minas están en Rusia y en África. Hay una cosa que nos enseña la historia: cuando se depende de un solo producto viene la ruina.
Fonte: www.rebelion.org
* Esta sección MUNDO DESIGUAL será unha selección de artigos da Rede; colgaremos un cada semana de entre os máis lúcidos ou impactantes sobre as miserias do mundo actual, conscientes de que a maior parte das "desgracias" teñen a súa orixe na explotación capitalista. Para contextualizar a suposta crise puntual que seica se vai resolver dentro dun ano despois duns "axustes" na crise permanente do sistema económico mundial imperante.
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